Serum: El Secreto De Los Tratamientos Antiedad Para La Piel
Poseen el doble de concentración de activos que una crema, pueden complementar un tratamiento antiedad, o actuar por sí mismos potenciando la renovación celular y la síntesis de colágeno, rellenando arrugas y reafirmando tejidos. No son fórmulas mágicas, pero sin duda los serum son valiosos aliados en la lucha contra el envejecimiento.
Para muchos son la solución para las pieles castigadas, o deterioradas antes de tiempo. Como elixires de la juventud, la concentración de activos de los serum es capaz de potenciar una línea antiedad, o bien actuar por sí solo. Su efectividad es tal, que han dejado el segundo plano como complemento de una crema para volverse protagonistas. ¿La razón? Prometen un cuidado continuo, son capaces de devolver la tersura con unas pocas gotas y satisfacer necesidades como falta de firmeza, líneas marcadas, manchas, resequedad, potenciar la renovación celular y estimular los mecanismos naturales de reparación de la piel.
Los que más desarrollo han logrado son los serum antiedad. Categoría en la que caben productos capaces de alisar líneas de expresión, contrarrestar el fotodaño, atenúa la pérdida de firmeza y con ello reestablecer el óvalo facial. Igual de valorados son aquellos que aseguran un efecto lifting inmediato, aunque momentáneo, y los que borran huellas de cansancio en un dos por tres. Pero su efectividad no es magia. María Isabel Benavides, dermatóloga, explica que hay que considerar que no todas las pieles envejecen igual, que hay factores internos y externos que determinan el deterioro.
Añade que el deterioro no sólo dice relación con las arrugas. “La renovación celular se hace lenta, como consecuencia se producen queratinocitos y lípidos de peor calidad que comprometen su función de barrera. La capa córnea se fisura, dejando evaporar más agua. El colágeno y la elastina van perdiendo sus propiedades de extensión, y se pierde firmeza”. También hay cambios en la hipodermis, la capa más profunda de la p« donde se esclerosan los tejidos conjuntivos que rodean a los lóbulos grasos, las glándulas sudoríparas se atrofian y las células grasas disminuyen, lo que hace perder ton» “La clave es prevenir a partir de los 30 años, y los serum pueden ser de ayuda”.
Estas preparaciones poseen el doble de concentración que una crema, por lo que se puede esperar una acción más profunda y rápida. Como el resto de los cosméticos, el buen resultado también depende de la continuidad en el uso y la correcta aplicación. Paula Vergara, jefe de Producto de Tratamiento de Lancóme, sostiene que la regla general es poner primero la textura más liviana. “Si se aplica antes una crema muy untuosa la piel queda sellada, y el producto que se aplique luego no penetrar como es debido. Los serum actuales son de textura liviana, por lo que debieran aplicar: antes que la crema habitual de tratamiento Aconseja poner producto en cinco puntos claves del rostro (frente, mentón, mejillas y nariz), y extenderlo en forma horizontal, con movimientos alisantes en el sentido de la arruga”.
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