¿Qué es una hernia epigástrica?

El cuerpo humano está diseñado de forma perfecta. Cada órgano cumple su función para poder coexistir en armonía con el medio ambiente. Todo debe reaccionar correctamente y si algo de esto falla, el mismo organismo nos lo indicará. Un escenario de este caso son las hernias, sobre todo, la hernia epigástrica la cual tiene señales específicas, conoce más de ella con nosotros.

Las hernias, son una protuberancia externa a los órganos usuales del cuerpo. Es una pequeña cavidad que se sale y genera, en ciertas oportunidades, algunas molestias que deben ser atendidas medicamente. Son comunes sobre todo en el género masculino y su tratamiento es sencillo.

En ciertos casos, las hernias no presentan síntomas y no necesitan tratamiento, es decir, se puede vivir con ellas siempre y cuando continúen de forma pasiva en el organismo. Es de suma importancia conocer todo lo relacionado a este tema y así poder contribuir positivamente a la salud de nuestro cuerpo.

Te animamos a aprender mucho más sobre las hernias epigástricas al recorrer estas líneas. Añade conocimientos a tu vida para que puedas estar bien informado y así desmentir cualquier corriente errónea, además, el saber más te llevará a ser de ayuda para aquellos que te rodean. ¡Comencemos!

Tabla de contenidos

Hablemos de la definición

Una hernia epigástrica es un agujero que suele formarse entre el ombligo y el pecho, cuando sucede así, parte de los intestinos o tejido graso suele salirse por esta vía generando incomodidades en la persona que la sufre. Son muy comunes en niños, pues el agujero surge por la debilidad que presenta el músculo.

Los adultos también pueden tenerla con las mismas características. Por lo general, pasan desapercibidas, pues los signos suelen ser leves y en muchos casos no se presentan. Se puede vivir con una hernia epigástrica sin problemas, pero cuando empieza a molestar es necesario que se aplique cirugía para evitar complicaciones.

Su tamaño varía entre 0.5 a 1 centímetro. Pueden crecer de forma lenta a lo largo del tiempo, sin embargo, la variable tamaño no suele ser una categoría alarmante en este tipo de problemas físicos.

Causas probables

El debilitamiento del músculo es lo que produce el agujero que se denomina hernia epigástrica. En los niños la debilidad viene dada porque aún se encuentran en crecimiento y muchos de los órganos o músculos aun no alcanzan su potencial pleno. En los adultos, las causas asociadas a esta debilidad son:

• Aumento de peso. La obesidad es un problema de salud que trae como consecuencia la asociación de otras dolencias debido a los altos contenidos de grasa que hay en el organismo. Las hernias epigástricas son una de ellas.
• Realizar trabajos forzosos. Muchas personas trabajan levantando peso y esto, si no se hace con el debido cuidado, trae consecuencias a lo largo del tiempo. Nuestro cuerpo está diseñado para levantar de 30 a 20 kilos, si excedemos esta cifra de seguro presentaremos problemas de salud más adelante.
• Practicar deportes extremos sin precaución. Es importante que cuando vayas a realizar una actividad deportiva, sepas los riesgos a los cuales te puedes enfrentar y empieces a cuidar de ti.

Una hernia epigástrica es un pequeño agujero que se forma debido a la debilidad del músculo abdominal y ocasiona la redirección de los intestinos o tejido graso. Al conocer su definición y las causas podrás ser consciente de cualquier dolencia que se te presente.

Síntomas que se presentan

Como ya lo mencionamos, las hernias en su mayoría no presentan molestias pero en ciertos casos suelen darse algunos signos que pueden ser alarmas para su diagnóstico:

• Dolor en el área. La intensidad va a depender del organismo de cada individuo y su manera de percibir el estímulo.
• Una protuberancia en la zona que se encuentra en la línea abdominal, entre el ombligo y el pecho.

En casos más graves, si la hernia presenta un crecimiento muy vertiginoso, el intestino se sale de la pared abdominal y ocasiona:

• Fiebre
• Náuseas.
• Dolor intenso.
• Evacuaciones frecuentes.
• Estreñimiento.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnostico de esta hernia, en específico, suele darse por medio de una cita médica. El especialista va a examinar la zona y así podrá sentir la presencia de una protuberancia en el área afectada.

Como la mayoría de los casos suelen ser asintomáticos, el médico puede referir exámenes especializados que ayuden a confirmar la posible sospecha. Un eco abdominal con un monitor específico suele ser el que más arroje los resultados, los rayos X también pueden ayudar en detectar la hernia.

El tratamiento de una hernia epigástrica es muy sencillo, solamente las que presentan síntomas son las que suelen tratarse y lo hacen por medio de una cirugía ambulatoria. En esta operación, el médico coloca en su lugar los tejidos que se han salido por el agujero, revirtiendo así la consecuencia del agujero.

Por último, coloca una malla en caso de que la hernia haya sido de gran tamaño para así fortalecer el músculo y evitar que se forme nuevamente. Es una intervención que dura aproximadamente entre 30 y 60 minutos, puede realizarse con anestesia local o completa.

La recuperación, al igual que el procedimiento, es muy sencilla. Se necesitan solo dos días de hospitalización, reposo físico sin realizar esfuerzos ni actividades extremas y algunos analgésicos para aliviar los dolores que surjan de la incisión.

Complicaciones

Una hernia epigástrica no causa complicaciones. Son muy pocos los casos que se han reportado al respecto. Puede surgir que, el agujero sea muy grande y se presente una obstrucción intestinal u adherencia, lo cual ocasiona un dolor intenso en el área.

En torno a la cirugía, las complicaciones son mínimas puesto que la recuperación es rápida y no requiere de mayores medidas, sin embargo, ciertos pacientes suelen infectarse el área de la operación y ocasionar enrojecimiento, hinchazón y ardor; cuando esto ocurre, rápidamente el médico debe volver a operar para inspeccionar el área y conocer qué causa la infección.

Es de suma relevancia que puedas asistir periódicamente a tu médico de cabecera para que conozcas cualquier imprevisto que a tu cuerpo se le presente.

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