Olvida las dietas, es mejor aprender a alimentarse bien
Cuando eliges seguir alguna de todas las dietas para adelgazar que existen, estás haciendo algo que es a corto plazo, que solo dura hasta que pierdes el peso. Casi cualquier dieta que sigas te puede hacer adelgazar, pero donde todas fallan es cuando alcanzas tu meta. ¿Qué haces después? Desafortunadamente, la mayoría vuelve a comer como comía antes de la dieta. Ese es el factor clave que contribuye al efecto yo-yo de la perdida de peso, sólo para recuperarlo y la mayoría de las veces recuperar más de lo que tenías antes.
Entonces, quizás sea mejor no hacer una dieta restrictiva, en vez de eso, empezar a hacer cambios en el estilo de vida, cambios con los que podrás vivir el resto de tu vida, algo que no puedes hacer con las dietas.
Estos cambios no sólo benefician tu salud, sino que también te hacen adelgazar. No tienes que cambiar todo de una sola vez, ya que hasta la acción más pequeña puede hacer la diferencia. Si continuas añadiendo cambios pequeños, se acumularán y se transformarán en todo un estilo de vida saludable.
Aquí hay algunos cambios que puedes hacer:
- Reemplaza todas la sodas por agua. Hace esto y te sorprenderás de cómo te sentirás menos hinchada, sin mencionar el azúcar y otros químicos que estarás quitando de tu dieta diaria.
- Elimina la comida rápida. Dile no a la comida rápida. Esto no quiere decir que no puedas comer fuera, ya que puedes ir donde cocinen la comida en vez de recalentar productos procesados. Es sorprendente la cantidad de azúcar, sal, grasas y otras cosas dañinas que encuentras en la comida rápida.
- Elimina las comidas congeladas y procesadas. Fíjate en los ingredientes de las comidas listas para servir. Date cuenta de todo el sodio, azúcar y grasas que consumes al comerlas. Es verdad que saben muy bien, pero la comida saludable también tiene un excelente sabor.
- Una vez a la semana cocina una comida con ingredientes comprados por separado. Haz tu propia hamburguesa, pela y corta tus propias patatas y haz patatas fritas, o tu propio pollo frito. Está claro que no son las comidas más saludables, pero cocinándolas tu misma, tendrás el control de los ingredientes que pones en tus comidas.
- Acostúmbrate a leer las etiquetas. Debes ser consciente acerca de lo que comes. Lee siempre los ingredientes, recordando que los cuatro primeros son por lo general los que componen la mayor parte de la comida. Lee la información nutricional. Cuando encuentres ingredientes que no conoces, búscalos en Internet para saber que son.
- Camina unos 15 a 30 minutos cada día. Caminar es una excelente forma de ejercitarse, es mejor para las rodillas que trotar, y es completamente gratis.
- Estírate por 10 minutos todos los días. Esto te ayudará a recuperar la flexibilidad de tu cuerpo. Además, si mantienes tu cuerpo flexible, tus músculos serán menos propensos a herirse y también te ayudará a relajarte.
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